miércoles, 29 de junio de 2011

Al despertar...

Esta mañana me he despertado escuchando la canción de Rosas de La oreja de Van Gogh, y me ha traído miles de recuerdos, y un millón de sensaciones, tristeza, melancolía, alegría... supongo que eran necesarias en estos días que estoy pasando en los que tengo las sensaciones a flor de piel, y ahora mas que nunca necesitaría un abrazo de esos que te reconfortan durante todo el día y un simple Te Quiero, que te de el animo para seguir hacia adelante...
Mientras tanto me daré ánimos a mi misma, ya que conmigo misma pasaré el resto de mi vida, y que mejor que desahogarse escuchando esta canción...


En un día de estos en que suelo pensar
“ hoy va a ser el día menos pensado”,
nos hemos cruzado, has decidido mirar,
a los ojitos azules que ahora van a tu lado 

Desde el momento en el que te conocí
resumiendo con prisas tiempo de silencio
te juro que a nadie le he vuelto a decir
que tenemos el récord del mundo en querernos.

Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."

Escapando una noche de un bostezo de sol
me pediste que te diera un beso.
con lo baratos que salen mi amor,
qué te cuesta callarme con uno de esos.

Pasaron seis meses y me dijiste adiós,
un placer coincidir en esta vida.
allí me quedé, en una mano el corazón,
y en la otra excusas que ni tú entendías.

Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."

Y es que empiezo a pensar
que el amor verdadero es tan sólo el primero.
y es que empiezo a sospechar
que los demás son sólo para olvidar...

Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
dondé los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."


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